Ruta cancelada por climatología adversa.
Salimos del centro de la villa de Rianxo y seguimos una senda litoral hasta que la abandonamos para tomar el curso del río Te, de sinuoso curso y abundante vegetación.
Acabada la ruta y como era día de mercado nos acercamos a Padrón y comimos en el Rte. Ruta Xacobea.
FOTOGRAFÍASUn año más optamos por hacer otro tramo de la Vía Verde del Atlántico, que también es parte el Camino Xacobeo Portugués por la costa, fueron 10 km de fácil caminar y bordeando la costa atlántica. Comimos en el Rte. Remo de Camiña.
Por la tarde hicimos una visita al Pazo de Lourizán de bellísima estructura e impresionantes jardines con multitud de especies vegetales de todo el mundo. Allí se ubica la Escuela de Capataces Forestales.
FOTOGRAFÍASSiguiendo el curso del rio Tea en un tramo de 10 km, un paseo fluvial a la sombra de densa vegetación. A lo largo del mismo pudimos apreciar varias “pesqueiras” instaladas en el río para la pesca de la lamprea, antes abundante y muy escasa en la actualidad. Comimos en el Rte. Deu la Deu de Monçao.
Por la tarde visitamos Mondariz Balneario.
FOTOGRAFÍASDía 6 - Salimos a la 7:00, Donato, de la empresa Abalo, será nuestro conductor una persona que nos asombró por sus amplios conocimientos acerca de cualquier ruta no solo por España sino incluso por otros países de Europa.Tras una parada técnica llegamos a Carrión de los Condes para comer en el Hotel-Rte. La Corte, un lugar de excelente cocina y ajustados precios. Seguimos viaje a San Asensio para visitar las bodegas Lecea, ubicadas en el Histórico Barrio de Las Cuevas de San Asensio donde existen más de 300 bodegas cueva construidas en el siglo XVI.
La Familia Lecea ha mantenido cuatro calados-cueva en funcionamiento donde siguen elaborando sus vinos en cubas de hormigón, labor más que meritoria dada la dificultad de los diversos trabajos de elaboración del vino en unos espacios reducidos y de estrechos accesos. Tras la visita se nos ofreció una degustación de tres vinos de la marca acompañados de unos aperitivos.
Seguimos viaje hasta Miranda de Ebro. El hotel Tudanca será nuestra base.
Día 7 - A las 8:30 salimos hacia Pamplona para hacer una visita guiada de la mano de Alba, a quien agradecemos su dedicación, conocimientos y simpatía. Fue un paseo inolvidable recorriendo las calles de su famoso encierro, las fortificaciones, la catedral (de obligada visita).
Nos tomamos un café en el histórico café Iruña, situado en la emblemática Plaza del Castillo que, arbolada y rodeada de bellos edificios dieciochescos, se convierte en el corazón mismo de la urbe.
La comida la hicimos por libre para que cada cual pudiera disfrutar a su aire de la gran oferta gastronómica de la ciudad ya que en cualquiera de los restaurantes del casco antiguo se pueden saborear típicos productos de la huerta navarra –espárragos, pimientos de piquillo, alubias-. Pero uno de los atractivos gastronómicos es irse de “pinchos” por las míticas calles Estafeta, San Nicolás, Comedias, o Mercaderes.
Por la tarde nos acercamos Puente la Reina un importante cruce de caminos, donde se funden las dos vías del Camino Francés: la que entra por Roncesvalles y la que entra por Somport. Su calle Mayor, Iglesia de Santiago, puente románico son parte de los monumentos que alberga esta histórica villa.
Seguimos ruta a Estella fundada por Sancho Ramírez. Tenía el objetivo de que la localidad se convirtiese en un punto estratégico del Camino de Santiago así que decidió ‘modificar ligeramente’ la ruta para lograrlo. Se la conoce como Lizarra, Estella- Lizarra, “la Toledo del Norte”, “Estella la bella” o “capital del románico de Navarra”.
Se puede pasar de un lado a otro del río por varios sitios, pero el más icónico es el puente de la Cárcel o puente picudo, como también se le conoce.
Sus iglesias: San Pedro de la Rúa (siglo XII), San Miguel, San Juan Bautista son todas de inexcusable visita. La patrona de Estella es la virgen del Puy, que fue coronada el 25 de mayo de 1958 y tiene su propia basílica situada en lo alto de la ciudad.
Día 8 - La villa de Olite es hoy nuestro primer destino. Sin lugar a duda, Olite le debe su fama al Palacio Real, utilizado principalmente como hogar de Carlos III, el Noble, Rey de Navarra, que en el siglo XIV, ordenó la construcción de un nuevo palacio junto al palacio original del siglo XI.
El rey Carlos, nacido en Francia, fue más conocido por su lujoso estilo de vida que por sus campañas militares. Se dice que, durante su reinado, el Palacio Real de Olite era el más bonito de Europa.
Durante la Guerra de la Independencia en 1813, el general navarro Espoz y Mina provocó un incendio intencionadamente en el palacio, en un intento por evitar que las tropas francesas lo utilizaran con fines estratégicos. Como resultado, todo el mobiliario se perdió y el palacio quedó en muy mal estado. En 1937 dio comienzo su restauración, que duró 30 años.
Olite tiene dos interesantes iglesias dentro de sus murallas. La de San Pedro, del siglo XII y la de Santa María, del siglo XIII.
Seguimos ruta a Ujué, un pequeño pueblo medieval con un enclave único, ya que está situado en la cima de una montaña dominando la sierra de Ujué. Su monumento más característico es el santuario/iglesia fortaleza de Santa María de Ujué.
El carácter Medieval y defensivo de la localidad permanece intacto. Su casco urbano está formado por un abigarrado conjunto de antiguas casas dispuestas en torno a la Iglesia-fortaleza de Santa María (siglos XI-XIV).
La imagen de la Virgen de Ujué es una talla única elaborada en madera hacia 1190. Carlos II el Malo, de la Casa de Evreux, mandó forrarla en plata en el siglo XIV. En su testamento dejó escrito el deseo de que su corazón reposara junto a la imagen, como así se puede comprobar por el arca que lo contiene, a los pies de Nuestra Señora de Ujué.
Comimos en San Martín de Unx, lugar de afamados vinos rosados, poseedores de numerosos galardones, aunque sus tintos y sus blancos (una variedad más joven) no se quedan en la zaga. La arteria principal de la población es la calle San Miguel, que une la iglesia de Santa María del Pópolo con la parroquia de San Martín de Tours.
El Asador Casa Tomás quedará archivado en nuestra memoria como un lugar de óptima cocina, buenas vistas y excelente trato.
Por la tarde visitamos Logroño.
Día 9 - Hoy visitaremos dos localidades de la comarca de la Bureba: Poza de la Sal y Oña, y dos de las Merindades: Frías y Tobera. Tuvimos todo el día con nosotros a Santiago Paniego de Guías Turísticos de Burgos, una persona amena e incansable que nos hizo pasar momentos fabulosos.
Poza de la Sal, pueblo natal de Félix Rodríguez de la Fuente, llamado Balcón de la Bureba, fue nombrada Conjunto Histórico-Artístico en 1982. Su historia está ligada a la explotación de este producto que se llegó a conocer como "el oro blanco".
Durante la dominación romana se produjo un impulso significativo en la explotación de las salinas, y se introdujeron nuevos métodos de obtención y extracción de salmuera que han condicionado el trabajo en el Salero durante los dos últimos milenios, y han definido la singularidad de estas salinas en la península.
Después de siglos de esplendor en época Moderna, la villa de Poza y sus salinas comienzan a sufrir un paulatino abandono a partir de finales del siglo XIX, hasta que en la década de los años 70 del siglo XX el trabajo de la sal definitivamente desaparece.
Las salinas de Poza de la Sal han sido declaradas Bien de Interés Cultural como Sitio Histórico el año 2001.
Acabada la visita nos encaminamos a Oña, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Conjunto Histórico en 1999. Además, desde el año 2006 Oña se encuentra incluida en el Parque Natural Montes Obarenes-San Zadornil.
Su monasterio de San Salvador fue fundado en el año 1011 por el conde castellano Sancho García y a día de hoy conserva un legado artístico sobresaliente. Es posible visitar su iglesia abacial con los panteones reales, el museo de la sacristía, la sala capitular románica y su claustro de estilo gótico flamígero. El Centro de Interpretación del Medievo pretende informar al visitante sobre los aspectos históricos y artísticos de esta abadía y de toda la localidad durante la época medieval a través de maquetas, paneles y recursos audiovisuales.
Continuamos viaje para comer en Trespaderne, pequeño pueblo cargado de historia, en el Rte. José Luis y todo el grupo alabó su sabrosa cocina, en especial sus deliciosas carrilleras.
Por la tarde visitamos Frías, la ciudad más pequeña del mundo, título concedido el día 12 de mayo de 1435 por Juan II. Está levantada en lo alto de un cerro. Sus calles son estrechas y desiguales y a ambos lados se disponen las casas adosadas entre sí, algunas de las cuales parecen colgadas sobre el cortado rocoso. La ciudad estaba protegida por una muralla del siglo XIII y contaba con tres puertas: la de Medina, la del Postigo y la de la Cadena.
Sus principales monumentos son el maravilloso Puente Medieval de 143 m de largo y casi 4 de ancho y formado por 9 arcos, siendo los centrales apuntados y el resto rebajados.
El Castillo de los Duques de Frías es la construcción más alta de la ciudad y la más espectacular. Se comenzó a edificar en el siglo XII. El conjunto se compone de una elevada torre del homenaje y, en torno a ella, un amplio patio de armas rematado en altos muros almenados. En el exterior se aprecia el foso excavado en la roca. Está declarado BIC desde 1949. Frías fue declarada Bien de Interés Cultural en 2005.
Visitamos a continuación Tobera localidad situada en el municipio de Frías. Las cascadas del río Molinar son la seña de identidad de este pequeño rincón burgalés, cuyas primeras referencias han de buscarse a principios del siglo XI. En aquel momento, Gómez Díaz y su mujer vendieron al Conde Don Sancho la villa de Oña. A cambio recibieron este lugar plagado de casas y molinos que posteriormente, en 1489, pasó a ser un barrio fredense, además de uno de sus grandes atractivos.
Día 10 - Salimos hacia León, que visitamos libremente, y seguimos a Castrillo de los Polvazares para comer un abundante Cocido Maragato en el Rte. Casa Coscolo. Continuamos viaje a Vilagarcía donde llegamos a las 20:30.
FOTOGRAFÍAS