No coja setas que estén cerca de carreteras, vertederos, lugares donde haya emanaciones de gases o se utilicen pesticidas, por las posibilidades de contaminación por metales pesados (plomo, cadmio, mercurio...).
No emplee bolsas de plástico. Lo mejor es una cesta de mimbre u otro recipiente rígido (cartón o madera) que les procure una buena ventilación.
Arránquelas con cuidado o córtelas por el pie evitando pisotear la zona en exceso.
Límpielas en el propio campo, ya que de esta forma facilitaremos la diseminación de las esporas.
Diferencie en recipientes distintos las setas que va a consumir de las que lleva para estudiar, en este caso deberá arrancarlas enteras para poder apreciar todas sus características.
No destruya las setas que desconozca, ni las que son venenosas. Tienen un papel importante en la Naturaleza.
No coja ejemplares pequeños. Si espera unos días podrá tener una cosecha más abundante. Tampoco debe coger ejemplares viejos o muy deteriorados. Lo más seguro es que tenga que tirarlos de vuelta a casa.
Colóquelas en la cesta con el himenio hacia abajo para evitar que se manchen de tierra u otras partículas, y no coja más de las que vaya a consumir.
Compruebe una por una cuando las saque del cesto. Rechace los trozos rotos.
Si no las conoce al cien por cien o tiene la más mínima duda, no las coma.
No se fíe de los falsos consejos: la cuchara de plata, los ajos que se ponen negros, si las comen los animales también podemos los humanos…son creencias sin fundamento.
Por último, si tiene sospecha de envenenamiento o intoxicación grave llame al Instituto Nacional de Toxicoloxía 915 620 420